jueves, 24 de mayo de 2012

LA PRIMAVERA LA SAVIA ALTERA

Con la llegada de la primavera recordamos, con cierta picardía, el conocido dicho popular “la primavera la sangre altera”, para insinuar que, en esta estación, se altera el comportamiento del cuerpo humano y responde mejor a los estímulos, sobre todo a los sexuales. Ciertamente, es un fenómeno comprobado por sexólogos, psicólogos, sociólogos y médicos, que la estación primaveral mejora el carácter, motiva el deseo sexual, ánima a relacionarse, incita a conocer gente, a estar de fiesta.
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¿Por qué sucede este fenomeno?
El aumento paulatino de la temperatura lleva a que cada vez la ropa sea más ligera, a más calor y luz mayor aumento de melatonina y feromonas que son determinantes para la actividad sexual. ¡Y qué decir de los colores! Vivaces y vibrantes de la naturaleza que se armonizan con la ropa, la luminosidad del día y el despertar del deseo.

¿Qué hace que se activen estas hormonas?
Hay una vía neurológica que va desde la retina hasta el hipotálamo, situado en el centro del cerebro, donde están todos los núcleos reguladores de las hormonas. Durante abril, mayo y junio los días tienen más horas de sol (y de calor) y la luz moviliza la vía retino-hipotalámica, activándose así la eclosión hormonal.


Este comportamiento de los humanos, trasladado al mundo vegetal, significa que con la llegada de los días luminosos y temperaturas  agradables, despierta la naturaleza al ponerse en funcionamiento la savia - la sangre de los vegetales -  que fluye desde las raíces hasta las hojas por los tubos leñosos, activando los mecanismos que desarrollarán y estimularán los órganos reproductores de las plantas, que suelen estar alojados en el interior de las llamativas flores, en unos casos femeninas y, en otros, masculinas.
Sea cual sea el género de las flores, unas y otras – al igual que los humanos - muestran sus mejores bellezas con la llegada de las luces y las altas temperaturas primaverales, con vistosos y vivaces colores, mostrándose atractivas, motivando su deseo reproductor, animándose a polinizarse, a engendrar semillas y frutos hasta convertirse en multitud, llenando de alegres coloridos los campos con flores tan variadas y hermosas como las que se muestran, fotografiadas EntreJarasyPedreras.



 

 

 

 

 

 







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