QUE NO TE DEN GATO POR LINCE!!

Bien conocido es el dicho aquel que dice: “todo bicho que por el campo corre, salta o vuela, a la cazuela”.  Hace pocos días, un paisano, que ha trabajado toda su vida en el campo, me contaba que, de joven, había comido carne de lobo cerval, más conocido con el nombre de lince.

   Linces (foto internet) 

En su relato contaba cómo su padre mató un lobo cerval en la zona de Guadarranquejo, junto al risco de La Casa cuando estaban segando, lo despellejaron, lo trocearon  y cocinaron a  la lumbre. Me sorprendió su historia, al no haber oído nunca que la carne de lince fuera comestible, y más, que fuera una carne jugosa y agradecida de comer. Continuó contando que, en otra ocasión, y en otra zona de siega, mataron un gato montés, un buen ejemplar con una gran cabeza de belleza felina. Nuestro protagonista comentó entre la cuadrilla que, no ha mucho tiempo, habían guisado y comido uno de esos ejemplares con una carne buena de comer y muy rica. Pusieron la carne del Montés  a cocer en un caldero a la lumbre, pero después de varias horas cociendo y rellenando el caldero de agua al menos diez veces, aquella carne seguía dura y no había manera de hincarle el diente, y menos saborearla como la del Cerval.

Eran otros tiempos, la vida en el campo era agotadora, la comida andaba justita, y cualquier carne era aprovechable y hasta apetitosa, menos la de gato montés. Parece ser que la de sus primos mayores, los linces o lobos cervales se dejaba cocer y comer.

Muchas veces usamos la expresión “que no te den gato por liebre”. Sabiendo esto, podría ser ocurrente decir  “que no te den gato por lince”

                                                    gato montés (foto internet)

No tenía conocimiento de que la carne de los linces fuese comestible, pero sí que sabía que están al borde de la extinción por culpa del hombre, sobre todo por culpa del hombre cazador, que en sus buenas épocas mataban todo lo que encontraban por el campo corriendo, saltando o volando. Era habitual que los perros al toparse con un lince lo acorralaran y la única defensa del felino era encaramarse a un árbol acosado por los furiosos perros, hasta que se acercaba el cazador y lo hacía bajar del árbol por el peso de una bala alojada dentro de su cuerpo…De esta forma han terminado sus correrías por los montes españoles un porcentaje altísimo de esta  maravilla de la naturaleza de nombre Lince Ibérico, más conocido por los paisanos y cazadores como lobo cerval.

Desgraciadamente, hace tiempo que sabemos de la situación del lince ibérico al borde de la extinción, lo malo es que pronto será noticia que el gato montés también está al borde de la extinción, aunque sea más duro de roer.