jueves, 17 de enero de 2013

ENTRE NIEBLAS II

Cuando las nieblas aparecen a uno y otro lado de la Sierra de Altamira, resulta un grandioso espectáculo contemplar, encaramado en lo alto de la sierra, cómo se extienden por varias comarcas de las provincias de Cáceres y Toledo, ocultándolas a la vista y dejando al descubierto las cadenas montañosas.
Enfrente de la sierra de Altamira emerge la sierra del Hospital recortada por encima de la inmensa nube baja formada por la niebla, que recubre todo el terreno comprendido entre las dos sierras, ocupado por el valle del río Gualija a la derecha de Navatrasierra y el valle del Guadarranque a su izquierda. Por estos dos valles penetran las masas de niebla procedentes de las cuencas del Tajo y del Guadiana, hasta juntarse y fundirse ambas a la altura de dicha población.


                   
                                            Sierra de Altamira rodeada por la niebla
                                 La niebla tratando de saltar la sierra de Altamira

                                     El valle del río Guadarranque oculto por la niebla


                                                   Valle del río Gualija ocupado por la niebla


Por la parte norte y este de la sierra, la niebla cubre unas cuantas comarcas de la cuenca del Tajo: la comarca de La Jara Toledana y La Jara Cacereña, La Campana de Oropesa, las tierras de Talavera de la Reina, llegando hasta la sierra de Gredos ocultando toda la Vera y el campo Arañuelo por donde conecta con el valle del río Gualija.

La niebla se extiende desde la sierra de Altamira hasta la sierra de Gredos, con el pico Almanzor en el horizonte.

Por la parte sur se alcanzan a ver las nieblas de la cuenca del Guadiana en los alrededores del embalse de Cijara cercano a la confluencia de las provincias de Toledo, Cáceres, Badajoz y Ciudad Real.
 Por el sur, la niebla se pierde en el horizonte en la cuenca del río Guadiana

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